No es la nuestra. No es el resultado de nuestra evolución política como sociedad libre y soberana. El constitucionalismo navarro echa sus raíces en lo más profundo de la Edad Media, y se hace patente con Sancho VI el Sabio. Ahí empieza nuestro camino como navarros por regular nuestras vidas por nosotros mismos. Ahí es donde ya ponemos por escrito cuáles son nuestros derechos, cuáles nuestras obligaciones, y cuáles los límites del ejercicio del poder estatal.
Tanto en los territorios ocupados como en aquellos que permanecieron
libres hasta 1512 de la dominación española, los navarros hemos ido
desarrollando nuestra propia Constitución en el poco margen que se nos
ha dejado. Constitución que fue derogada en el siglo XIX, en plena Edad
Contemporánea. Una constitución que nos fue arrancada por las armas, por
la violencia, imponiéndonos leyes, políticas, administraciones y en
definitiva una forma de vivir y desarrollarse que nos era ajena. Ni peor
ni mejor, simplemente ajena a esta sociedad conquistada. Y por tanto
denunciamos hoy la imposición de una Constitución que no es la nuestra,
sino que se alza pisoteando aquella que nuestros antepasados
defendieron, aquella por la que dieron su vida. Martin Ttipia, Mariscal
Pedro, Enrique III, Malataz, Mina, Iriarte y Barricart, todos los
navarros que salieron a las calles en la Gamazada, y las innumerables
mujeres y hombres anónimos que dieron su vida por la libertad.
Libertades más dignas de amor que la propia vida.
En el parte del juicio de guerra a Iriarte y Barricart se lee:
"considerando asimismo por las declaraciones testificales que se comprometió bajo su firma a seguir y llevar a efecto la conspiración que tenía por objeto la independencia de Navarra, cuyo documento confesó el mismo Iriarte haber firmado (…).Condena a la propia pena al comandante del Segundo Batallón de Tiradores Don Pablo Barricart, por resultar justificado: que se mantuvo al frente de su batallón cuando se pronunció la insurrección, y que en vez de contenerla, continuó a su cabeza y vino a Pamplona"
Si creen que los navarros nos hemos olvidado de nuestra sed de libertad es que no nos conocen.
Si creen que desapareceremos como lágrimas en la lluvia es que no entienden lo que tienen ante sus ojos.
- Gaizka Basaldua
6 de Diciembre de 2015
En el parte del juicio de guerra a Iriarte y Barricart se lee:
"considerando asimismo por las declaraciones testificales que se comprometió bajo su firma a seguir y llevar a efecto la conspiración que tenía por objeto la independencia de Navarra, cuyo documento confesó el mismo Iriarte haber firmado (…).Condena a la propia pena al comandante del Segundo Batallón de Tiradores Don Pablo Barricart, por resultar justificado: que se mantuvo al frente de su batallón cuando se pronunció la insurrección, y que en vez de contenerla, continuó a su cabeza y vino a Pamplona"
Si creen que los navarros nos hemos olvidado de nuestra sed de libertad es que no nos conocen.
Si creen que desapareceremos como lágrimas en la lluvia es que no entienden lo que tienen ante sus ojos.
- Gaizka Basaldua
6 de Diciembre de 2015
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